domingo, 1 de septiembre de 2013

Muchos nacimientos, significan muchos entierros, fuck what’s happening!!

Hace un mes participe a un concurso de micro relatos (menos de 2000 caracteres) sobre la realidad africana/África/imaginarios/percepciones. No gané nada, pero como decía P. De Courbertin ‘lo más importante no es ganar, sino participar’. Aquí os dejo el segundo y último  micros relatos que propuse
 



En un lugar de las áridas y ricas tierras africanas cuyo nombre no quiero mencionar vivía gente muy buena, mi gente. Lo más precioso que teníamos era la costumbre y la naturalidad de ayudarnos mutuamente y juntarnos para hacer actividades de la vida diaria: los niños que salían juntos para ir a la escuela o  al río para bañarse, los adolescentes que se juntaban para hacer el senderismo o para jugar todo tipo de juego (el escondite, el salto de cuerda, el ‘tire -tire’el papa y mamá etc.), crear juegos (Ya se nos va el espíritu creativo) … y lo más importante el encuentro semanal bajo el baobab del pueblo donde los ancianos y griots solían contarnos cuentos y sabidurías bantúes. Mi abuelo solía decirnos que antes de que Carlomagno inventara la escuela, nosotros ya teníamos la nuestra y nunca deberíamos dejar de valorarla ya que ella os permite mantener el contacto con nuestra idiosincrasia y sobre todo acercarnos con sabiduría a la otredad.
 



Han pasado siglos, años, el idioma de los griots, mejor dicho el nuestro, ya nos parece extraño, ya no hay transmisión del saber cultural y lingüístico de generación a generación, mis nietos apenas me entienden en mbouda, ni los veos hacer cosas con otros hijos del pueblo, pero al contrario son unos maestros de las NTIC, desde los juegos electrónicos hasta las redes sociales. A día de hoy me da pena seguir viviendo en mi tierra, cada vez más me doy cuenta de que hemos aprendido a volar como pájaros, a hablar lenguas extranjeras como nativos, a jugar a la play más que los propios diseñadores, a tuitear, a pasar horas en el facebook, a este respecto el genio A. Einstein ya comentaba que


Hemos aprendido todo pero hemos perdido tanta humanidad, estamos perdiendo nuestra manera de ser nosotros, estamos perdiendo sustancialmente nuestra idiosincrasia y nuestro arte de vivir juntos como humanos y hermanos.
Muchos nacimientos, significan muchos entierros. Ya no sé quiénes somos. Es posible ser internacional sin dejar de ser nacional. Es posible ser moderno sin dejar de valorar valores imprecindiles de lo tradicional. Es posible viajar sin perderse.
Pd.Fuck what’s happening! ¡Continuará!

 

Andaduras de un africano en España


Hace un mes participe a un concurso de micro relatos (menos de 2000 caracteres) sobre la realidad africana/África/imaginarios/percepciones. No gané nada, pero como decía P. De Courbertin ‘lo más importante no es ganar, sino participar’. Aquí os dejo uno de los micros relatos que propuse.  


Los LOLes de lágrimas de un gabonés en España


Después del vuelo.
Última estaciò: Lleida Pirineus, lo dijo la  tierna voz femenina del AVE. Es a través de esta voz que el gabonés se enteró de su llegada. El día siguiente le tocaba buscarse una habitación. La Universidad le dio una hoja con números de caseros de pisos.
G[1]soy un estudiante gabonés… (los prolegómenos)
D[2]¿has dicho que vienes de dónde?  
G Gabón
D ¿de dónde?
G de Gabón, África
D ¡ah vale! ¿Dices que estás aquí pa estudiar?
G ¡Que sí!
D Ya hay gente que vendrá a ver mi piso, si no les interesa et dire algo.
G Perfecto, adeu!
Tras llamar a 5 personas, empezó a darse cuenta de cuanto estereotipada estaba la gente en el siglo XXI. A modo de ejemplo, preguntó a otro dueño si habia internet en su piso, éste en vez de contestara la pregunta le preguntó al gabonés si hay internet en su país.  El día siguiente, encontró una cuarto en un piso con 4 otros estudiantes (francés, griega, inglés, belga), una verdadera globalización. Sus compañeros se mostraron muy amables, le enseñaron el piso pero en algo se pasaron. Le enseñaron hasta cómo usar el ascensor, el horno, el váter, el micro onda, el telefonillo, la tele etc. como si viniera de otro planeta. Y su actitud: tolerancia y lol de lágrimas. En la cena de bienvenida, tras contestar a una lluvia de preguntas estereotipadas de sus camaradas, dijo: ¿pensáis que en Gabón o África como lo generalizáis no hay vida, ni industrialización, que es selva y guerra? Con tanta facilidad de acceso a la información me decepciona que tengáis una mentalidad tan medieval de África y sobre todo me entristece que al contrario en Gabón aprendamos tanto de vosotros. 

Pd. Muy breve pero inspirado de testimonios de las entrevistas realizadas a estudiantes subsaharianos y catalanes durante de la realización mi trabajo de fin de máster.


[1] Gabonés
[2] Dueño


No entiendo por qué pero la gente sigue igual de desinformada sobre la realidad africana, un universo con 54 países, cabe subrayarlo. La semana pasada estuve platicando con una conocida en el facebook y ella me soltó textualmente “África es un país muy pobre cómo haces para mantenerte…” Me chocó su pregunta, me quedé unos 5 minutos sin decir nada… Pero al final (supongo tras la digestión de boom), respondí calmamente y razonablemente… Primero, África no es un país nunca me cansaré de decirlo. Y luego que ¿África es pobre? Véanse el primer post de este blog. África es la madre de la humanidad y nutre a la humanidad pero se lo agradece explotándolo, pegando en sus espaldas estereotipos de todo tipo y hasta a veces generando guerras en sus tierras por la lucha de intereses capitalistas (Diamante de Sangre). Unos ejemplos, Costa de Marfil es el primer productor mundial de cacao pero ¿cuánta gente come chocolate a tope, hasta tirarlo en Costa de Marfil? ¿Cuánto sale el kilo del cacao que se compra al campesino marfileño? El móvil no se puede fabricar sin un mineral que se llama el coltán. La RDC (República Democrática de Congo) produce el 80% del coltan del mundo. Os habéis preguntado alguna vez la verdadera razón de los conflictos bélicos en RDC? Etc.
En fin, es que hace falta mucha tolerancia para ser ciudadano del mundo global, tolerar no sólo la cultura y la cosmovisión de la otredad sino también su ignorancia. Los medios occidentales tampoco ayuden a que desaparezcan esos estereotipos, más bien los nutren. Pero cuando la otredad/el otro se da cuenta de su ignorancia y aprende algo de nuestra conversación, me doy por satisfecho.